Recuerdos y reflexiones

Esta Semana Santa fuimos a Córdoba a descansar, pasear y visitar amigos. Hacía muchos años que no iba y regresar y disfrutar de sus arroyos y pasisajes me trajo hermosos recuerdos y alguna que otra reflexión que quiero compartir con ustedes.

Desde los 11 meses de edad hasta los 13 años pasé mis vacaciones en Salsipuedes, pueblito que se encuentra a tan solo 34 km. al Norte de la Capital de la Provincia de Córdoba, en Argentina. Este puebloe tiene 400 años de historia. Salsipuedes se encuentra en el Corazón de las sierras chicas de Córdoba.

Mi papá tenía en este puebito un ranchito de adobe con techo de teja y cielorraso de paja, no había electricidad, ni servicio alguno, el agua provenia de un pozo de agua semisurgente que tenía 60 metros de profundidad. Para mantener los alimentos perecederos frescos, se ponian en un balde con una roldana que iba a parar al fondo del pozo. Muchas veces la soga se rompia y chau leche, manteca y fruta.

La leche la comprabamos directamente sacada de la vaca a doña María Torres que tenia su casa bastante próxima a la nuestra y la verdura en la quinta situada justo enfrente de nuestro rancho.

No estabamos en el centro del pueblo sino a unas 20 cuadras, de subidas y bajadas, con caminos de tierra y piedra. A veces mi papá alquilaba un sulki para ir al pueblo y al balneario, en dónde se encontraba un arroyito cantarino, lleno de piedras, en cuyas márgenes crecian sauces llorones que daban una frescura agradable en los tórridos veranos.

A pesar de no contar con nada para entretenerme puedo decir que pasé unos veranos inolvidables, siendo mi imaginación mi gran amiga, porque no tenia chicos con quien jugar, mi hermano me lleva 11 años y por esa época ya no iba a veranear con mis padres.

Por la distancia tampocl ibamos al río todos los días, ni al centro del pueblo, por lo que cuando se daba la ocasión para mi era una fiesta.

Recuerdo a mis padres reunidos en la galeria con los vecinos jugando al truco, riendo por las mentiras de unos y otros, jugaban las mujeres contra los hombres y yo en el medio, de tanto mirar también aprendí y comencé a divertirme con las pícardias de los grandes en ese juego de cartas.

El placer más grande era pasear en la mula o en el sulky, cuentan que cuando tenía once meses le hablé al caballo (en mi idioma, claro) y gesticulé tanto que terminé en el suelo porque me caí de la sillita en la que estaba sentada.

En otra oportunidad (y esto lo recuerdo yo), tenia 5 años vi un bicho que no conocía, entoncés le dije a mi papá que estaba arreglando el techo "papá hay un bicho", mi papá me contestó "matalo" yo "no es muy grande", entoncés mi viejo bajó del techo y vino a ver, enseguida me empujó para atrás tomo un tridente y lo clavó en la cabeza del bicho que era una víbora cascabel que tenía la cabeza levantada en actitud de atacar (claro yo nunca había visto una víbora, pero le tuve temor). Pronto corrió la noticia y los lugareños comentaban "veia la víbora que mató don Leone" y esta anécdota fue motivo de conversación todo ese verano.

Dami conoció Córdoba por primara vez en esta Semana Santa y le encantó, jugó en el agua de los arroyitos, se subió a las piedras, trepó. se metió en las cascaditas, no se quería venir.

Yo me senti feliz porque al fin pudo gozar de la naturaleza, disfrutar de cosas simples, sin tecnología y dejo, al menos por unos días de ser un nene de departamento.

Como me gustaria poder darle esa infancia.

Agrego fotos del lugar .

Nota: el truco es un juego de cartas donde está permitido mentir y se caracteriza por ser muy conversado con dichos en forma de versitos, dónde todos los participantes se divierten, incluidos los mirones.