La chica de la estación

Es menuda, chiquita, con una cara pequeña de facciones delicadas, no sé que edad tendrá, le calculo 15 o 16 años, quizás menos. Siempre esta sentada al lado de la boletería del tren, nunca dice nada, no pide, su cajita con unas monedas indican lo que ella necesita, una ayuda.
Todas las mañanas la veo y yo presurosa saco el boleto, le dejo en su cajita las monedas del vuelto y la saludo con un "buen dia ¿cómo estás?, ella me responde "bien" con su mirada triste y un poco irónica como diciendo ¿cómo querés que este?. Y yo me siento un poco estúpida con mi saludo, pero no sé que decirle, tampoco quiero dejar unas monedas e irme como si fuera algo puesto ahi para eso, siento y quiero que sepa que vale, que es una persona, que la registro.
Y así pasan los días, siempre el mismo cuadro, en el ir presuroso a mi trabajo y la gente que está atrás mio esperando sacar boleto, hace que todo gire como una calesita. Pero será como dicen que cuando uno desea algo con fuerza el universo conspira para que asi sea y al fin encontré como quebrar ese "buen día como estás? para pasar a preguntar "¿Te gusta leer? Si. porque hace unos días la chica estaba leyendo un libro, y eso abrió el fuego. "Si me gusta" me dijo "ok te voy a traer libros".
Esa tarde con mi mamá empezamos a buscar que libros le gustarian, mi mamá me dijo, seguro le gustan de amor, si es una chica. Y le llevé dos libros, ese día cuando saqué el boleto, me pusé a un costado para que la gente que estaba atrás mio pudiera pasar y le entregué los libros. Como explicarlo, la carita se le iluminó, sonreía con la boca, con los ojos, con cada poro de su piel. Yo estaba fascinada, feliz.
Ahora sé que se llama Vanesa y ahora también sé que tenemos en común el amor a lectura.

La organización internacional Médicos del Mundo, cuya oficina para América Latina funciona en Buenos Aires, reveló que en la Capital Federal de mi país Argentina hay cerca de “once mil personas en situación de calle”. El ciudadano común que camina la ciudad aunque no tenga estadísticas sabe que cada vez hay más gente durmiedo en portales, debajo de las autopistas, porque simplemente los ve, no puede ignorarlos, menos ahora que llego el invierno y el frío.
Lo más triste es que ya no se trata de personas solas, hay familias enteras viviendo sin un techo que los cobije, con criaturas chiquitas.
No es posible ser feliz cuando te rodea tanto desamparo, uno siente impotencia y trata de ayudar llevando comida o abrigo, pero claro está no alcanza, porque son problemas que debe solucionar el Estado a través de políticas, de la gestión de programas.
No obstante me encuentro en fb con gente de gran corazón que se está organizando para ayudar, tejiendo mantas, consiguiedo alimentos, armando una gran cruzada solidaria, en facebook lo podés encontrar en ayudanos a ayudar, si puedes unete al grupo!

Se termino...


Para Argentina se terminó el mundial, no es tan terrible, pero se perdió la ilusión, todo el folklore de estos días con las banderas, los gorros, el coreo del himno antes del inicio de los partidos, la alegría de la gente unida en un solo sentimiento: la camiseta argentina. En fin sólo me resta decir que gane el mejor. Pero mi corazón sigue vestido de cesleste y blanco.