Mi momento de gloria.


A los 12 años gané un concurso literario que organizó el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires entre todas las escuelas del distrito de Lanús. El tema era Remedios de Escalada de San Martín (esposa del prócer José de San Martín). La participación era obligatoria y recuerdo que no sabia por dónde empezar, entoncés mi mamá me trajo un retrato de esta mujer (del clásico Billiken, revista infantil ) y me dijo, mirala y pensá como habrá sido su vida, casada a los 15 años con humbre que la doblaba en edad y que nunca estaba, que sentiría, soledad, tristeza.

Ese fue el impulo para comenzar asi "Estoy contemplando el retrato de Remedios de Escalada....", no me pidan más porque el escrito se perdió y no recuerdo más. Basicamente escribí con la emoción de ponerme en la piel de alguien que cuando se caso era apenas tres años mayor que yo. Y se ve que gusto a los miembros del jurado porque estaba escrito con frescura, sin grandes firuletes.

El tema es que además de resultar ganadora debía leerla en público, se efectuó un acto frente a la Iglesia de mi pueblo y tuve que subir al palco.

Me veo alta y flaca mirando con terror a toda la multitud, tratando de enfocar donde estaba mi familia, porque mi hermano me dijo "vos para no tener nervios miranos a nosotros". Eso traté pero la verdad solo veia bultos. Comencé la lectura y escuché mi voz, tembleque y chillona, la gente hablaba y casi nadie me prestaba atención. Cuando termine unos escualidos aplausos y el premio: un libro con las Rimas de Gustavo Adolfo Becker . Fue el premio más hermoso que pude recibir, me enamore de su poesia y yo que era una eterna enamorada del amor, terminé recitandolas de memoria para angustia de todo aquél que viniera de visita.

A partir de allí nunca pude escribir algo que me gustara, claro me la creí, ya me sentia luisa m alcott (mi escritora favorita de aquellos años), pero la inspiración se fue y nunca más volvió.


Hoy me vino este recuedo porque en en un programa de radio pusieron como consigna "que cosa quisieras volver a encontrar" y la verdad me guataria encontrar esa composición de mi único y pequeño momento de gloria.


Y ustedes que objeto o cosa que perdieron quisieran recuperar???

Por suerte es viernes, pero fue un día de miércoles!!

Llueve, llueve y llueve, ciudad colapsada. Salir del trabajo y volver a casa siempre es díficil pero con la ciudad inundada, semáforos que no andan, vecinos que cortan calles y otros etc puede tornarse en una aventura con final insospechado.
La primera sensación de todos los sufridos ciudadanos es ¿podré llegar a casa, como viajo!!!!!? mi historia será como la de millones pero bueno, yo cuento la mia.
Salgo del trabajo y voy a la parada del colectivo (subte inundado ergo servicio suspendido). Después de esperar bajo la lluvia unos 10 minutos llega el colectivo, unos cuantos pasajeros trepan al micro, en la cola soy la quinta, el muchacho que me precede pone las monedas en la máquina de expedir boletos y NO VA MÁS, se traba y el conductor me señala y dice " por favor los que no sacaron boleto bajen, sin boleto no se viaja. Protestas, insultos , súplicas, no hay caso, ok bajo, atrás viene otro, subo, sin problemas. Llego a la cabecera de la estación Constitución, bajo del micro y el agua acumulada me llega hasta los tobillos, mala suerte por los zapatos, llego al hall central y miro el tablero para ver el horario de los trenes BINGO!! el eléctrico no corre, vias inundadas. Pero veo que los trenes del otro ramal si funcionan y hay un rápido a Templerley, bien, me queda a tres estaciones de donde vivo pero Franco me puede venir a buscar. Subo al tren, a ver como les explicó le llaman la chanchita, debe ser por lo estropeado, sucio, es como un tren del lejano oeste, pero inundado, con los asientos mojados y sin luces, Tenia dos opciones bajarme y esperar que el eléctrico funcione o seguir ahi y que dios me ayude. Bien me quedé en la chanchita, faltaban 20 minutos para que salga. A la hora (MILAGRO) sale, y finalmente llega a Temperley. Y en ese momento en que debía descender descubrí nuevamente la idiotez del género humano, desesperados los que querìan subir no dejaban bajar, Otra vez protestas, insultos, y al fin abajo. Llegar a la escalera del puente para cruzar las vias era para filmarlo porque es díficil de explicar. A ver, visualicen una marea humana caminando como una tortuga con pasitos milimetricos,por ahi alguien grito "gracias Cris por el tren bala, ahora hacemos combinación con el cohete de Menem subimos a la estratósfera y en un pedo estamos en Japón". (Aclaro para quienes no lo sepan: Cris por la actual primera mandataria y Menem otro presidente argentino) En ese instante toda eso gentio estalló en una sola carcajada y me descubrí otra vez reconcialiada con mis sufridos conciudadanos.Y a los de por acá como les fue hoy con la tormenta????
En su momento Menem dijo "Dentro de poco tiempo se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual desde una plataforma, que quizá se instale en Córdoba, esas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratosfera, y desde ahí elegirán el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo..."

Y no puedo ir contra la corriente, en el día de los enamorados....


Mi querida amiga aunque sobrina Silvia del blog http://silvia-nuncaestardeparaempezar.blogspot.com/ me invitó para que contara mi historia de amor. La verdad es que el año pasado ya lo había hecho con motivo de mi aniversario de casada, pero sin querer borré el post. Por lo tanto lo vuelvo a contar.
Franco y yo nos conocimos en un boliche bailable "Mi Club" muy conocido de la zona sur del gran Buenos Aires en el año 1978. Franco tenia 21 años yo 22. En aquéllas épocas los muchachos sacaban a las chicas a bailar cabeceando, o sea, inclinaban la cabeza como invitando a salir, pero a cierta distancia, cosa que si la elegida no quería el muchacho no quedaba en evidencia. El tema es que siempre fui muy chicata y en esa época ni loca me ponia lentes para ir a bailar (nunca me adapté a los lentes de contacto), por lo tanto me enteré que me invitaban por mi amiga que me dijo "che ese te está invitando a bailar" y yo salí sin saber siquiera como era. Aclaro que era una muchedumbre de muchachos y chicas, unos enfrente a los otros, con la distancia prudencial para no quedar en evidencia como mencione antes, de ahi que yo veía gente pero no distinguía las caras.

Bueno continuo, cuando me acerqué me pareció lindo, cosa que tampoco era muy segura por el tema de las luces que todo lo desvirtuaban. El asunto es que bailamos toda la noche hasta que llegaron los lentos, uf la parte más interesante, si llegabas hasta ahi la cosa iba bien para ambos, caso contrario alguno sacaba una excusa y se retiraba de la pista.

Quedamos en encontrarnos en el mismo boliche el sábado siguiente. Franco sabía donde trabajaba, donde vivia y en que parada de colectivo me bajaba cuando volvia de mi trabajo, datos que obtuvo por ser un gran preguntón (conocia la zona porque vivia en una localidad cercana). Pero el diablo metió la cola, él quiso darme la sorpresa de ir a buscarme antes de la cita del sábado a la parada del colectivo pero ese día el colectivero me paró una parada más adelante, yo hice otro recorrido y ergo nos desencontramos. Cuando el sábado me vió lo primero que me dijo fue si los datos que yo le habia dado eran correctos, ante mi afirmación me contó lo que pasó, yo le expliqué y la cosa quedó asi.

Pasó un mes y seguiamos viendonos en el boliche y algún día en la semana, un sábado me dijo que no podía ir a bailar porque venian unos parientes de Italia. La madre de una amiga cuando yo lo conte me dijo "nena es verso". El asunto es que mi amiga quería ir a bailar y me pedia que la acompañe, al fin acepté. Y otra vez el diablo metió la cola porque entre la marea humana de gente que iban caminando de una pista a la otra y de otros que venían caminando en sentido contrario, nos encontramos cara a cara Franco y yo. Mi mirada lo fulminó, ok si yo estaba allí, pero ¿quién había dicho que no podía salir esa noche?. Franco se notaba mortificado me juró y sigue jurando hasta el día de hoy que era verdad, que no iba a salir, que se había ido a dormir cuando vino su amigo Angelito y le insistió para ir a bailar y a él le dió no se que negarse.

En fin nos amigamos....Esa noche Franco me dijo "entraste en mi corazón y ya nunca más vas a salir", ya pasaron 29 años y todavía me lo repite y me va a esperar sin que yo sepa, asi de sorpresa.

Dicen que que tras el enamoramiento sobreviene la etapa donde el compañerismo el respeto, la tolerancia, la admiración, pasan a ser las bases de una relación que puede durar muchos años y ser muy feliz. En este estadio me encuentro yo. Feliz día a todos los que tienen la suerte de estar enamorados.

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25 años!

Estos son los años que hoy cumple mi hija.

Miro hacia atrás por encima de mi hombro y veo una beba recién nacida y el médico diciendo "te felicito es una nena", y mi alegria, ahora tenia la parejita. Mientras la reviso viendo que está bien, toda enterita, me maravillo nuevamente de ser madre, de que ese bultito es mio.


Y mientras sigo mirando aparece una nenita charlatana de año y medio que cada vez que yo quiero darme corte de lo que habla se queda muda.





















Y sigo mirando y veo a esa nenita un poco más grande con su delantal rosa de salita de 3 con su hermano que comenzaba 1º grado en la clásica foto del primer día de clases. Y la veo contenta en el jardín, entusiasmada y a los pocos meses llora siempre. La cita a la escuela, la directora diciendo "Si sigue asi llorando, vas a tener que sacarla porque no se adapta". Yo explicándole que no tiene que llorar que el jardín es lindo, ella asiente y no llora más. A los años me entero que lloraba porque las nenas no querían jugar con ella. Mamá tonta que no supo entender sus lágrimas, su tristeza. Ella, nena buena, obediente, que bastaba que le dijeramos algo para que lo aceptara sin más.




Sigo mirando y la nena ya está en la primaria, buena alumna, buena compañera, siempre obediente, nunca da trabajo. Sigo mirando, y veo veranos en Córdoba, en Mar del Plata, en Villa Gesell siempre junto a su hermano, y pienso ojalá siempre se quieran, siempre estén juntos.








Veo a una jovencita feliz porque va a tener un hermanito, 14 años de diferencia, la veo cuidandolo, jugando, queriéndolo con un amor más de mamá que de hermana, es su sol, es su vida, pidiendo para su cumpleaños de 15 una filmadora para filmar cada momento de la vida de su hermanito.

La veo terminando la secundaria, en su fiesta de egresada hermosa, dando sus primeros exámenes en la facultad, de novia muy enamorada. Y ya la veo irse del hogar, casada a los 20 años y a Dami triste por su ausencia. Pero ella siempre está para ir a buscarlo a la escuela al mediodia para llevarlo a comer a su casa, para cuidarlo cuando su papá estuvo enfermo y yo no podía ocuparme de Dami, para regalarle todo lo que pide o insinua que quisiera tener.




Y la veo hoy alegre, feliz, con su amor, planeando sus vacaciones, organizando su cumple. Y me veo a mi una señora ya grande (aunque mi interior sigue siendo el de esa joven mamá) junto al mismo señor con el que formé esta familia y siento que aunque los años pasaron demasiado rápido para mi gusto, que estoy feliz de lo que me deparo la vida, feliz de ver a mi hija toda una mujer.