Hace 27 años estaba en una habitación muy iluminada, con las piernas separadas y atadas a sendos caños, el camisolín levantado por arriba de mi abultado abdomen, pujando, jadeando, y medio lloriqueando, estaba dando a luz a mi primogénito Leo, mi infant terrible, ya muchos lo conocen, quienes no, pueden leer el post donde cuento las peripecias de una madre primeriza de un niño muy díficil http://segunpasalavida.blogspot.com/2008/05/mi-infant-terrible.html.

Hoy simplemente quiero homanejear a mi hijo en el dìa de su nacimiento para decirle cuanto lo amo, todo lo que significa para mí, como quisiera tener la varita mágica de Harry Potter y cnvertirlo en bebé para poder disfrutarlo, besarlo, abrazarlo, eso sí después hacerlo grande otra vez, porque también estoy orgullosa del muchacho que es hoy. El 14 de agosto de 1981 sentí que el mundo podía estallar, pero yo sólo tenía ojos para vos hijo mio, para ese milagro que es dar vida.

Solo tengo estas fotos escaneadas en la primera tenía 12 años y en la segunda era su primer día de clase de primer grado y Yani que entraba en salita de 3, pueden observar que se parece bastante a Dami, tanto que muchos vecinos me han dicho que cuando lo ven a Dami les parece que están viendo a Leo.